Érase una vez en un cuarto oscuro cuatro velas encendidas. El ambiente estaba tan silencioso que hasta se podía oír el diálogo que había entre ellas. La primera vela decía “- Yo soy la Paz pero, a pesar de mi luz, la gente no logra mantenerme encendida” y en seguida su llama poco a poco se apagó.
Al rato la segunda vela dijo: “- Yo soy la Fe pero parece que las personas ya no quieran saber nada de Dios y por eso no tiene sentido que yo siga prendida” . Y en seguida sopló un viento muy fuerte y su llama también.....se apagó. Muy triste la tercera vela agregó: “-Yo soy el Amor...pero lamentablemente no tengo más ánimo para seguir ardiendo. El egoísmo domina en el mundo y la gente se olvida de los que están a su alrededor”. Y así, como no tenía más fuerza, también....se apagó.
De repente llegó un niño y al ver las tres velas apagadas dijo: -“¿Qué es lo que está pasando aquí? Ustedes deberían estar encendidas y arder para siempre! Entonces la cuarta vela que era la Esperanza por fin habló: -“No tengas miedo hijo porque mientras yo siga prendida, siempre podremos encender a las otras velas. Moraleja: Aun cuando el egoísmo y la maldad de los hombres apagan las llamas de la Paz, de la Fe y del Amor, no todo está perdido. Algo siempre queda en el corazón de la gente y ese algo hay que preservarlo por encima de todo, En seguida el niño tomó la vela de la Esperanza y encendió de nuevo las tres velas que estaban apagadas.
lindo y asi me esta pasando lo ultimo que muere es mi esperanza
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